Este largo poema fue uno de los finalistas del Premio Maldoror de Poesía en Lengua Española de 1970 que, ese año, tenía como jurados a Félix de Azúa, Carlos Barral, José María Castellet, Jaime Gil de Biedma y Pere Gimferrer.
Abel Posse decidió no publicarlo, y sigue inédito.
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Críticas:
(…) Desnudos debemos movernos por nuestra herencia
Desentendidos, desesperanzados
Fecundados de odio y de amor
Santificados por el desamparo
Santificados por este asumido desamparo. (7)
Estos versos, sacados del poemario inédito Celebración del desamparo, escrito en 1970, o sea antes de casi toda la obra novelística que le valió su popularidad, reflejan el interés que tiene la desconocida poesía de Abel Posse por ser la matriz filosófica que vertebra la obra narrativa posterior y permite leer toda la obra posseana como un mismo libro, el libro de la búsqueda del des-amparo.
Celebración del desamparo, terminado en 1970, año en que fue finalista del Premio Maldoror de poesía es, aunque inédito, el proyecto poético más ambicioso de Posse, tanto por su extensión -de 880 versos- como porque representa en nuestra opinión una notable síntesis filosófica, un verdadero manual de lectura de toda la obra posseana, lo cual explica a lo mejor por qué prefirió no publicarlo.
Esta obra, escrita en versos libres, está dividida en cuatro libros titulados “Situación y dedicatoria”, “Sabor de vida”, “Libro del desamparo y del arrojamiento” y “Libro sobre los dioses ocultos”. Frente a la muerte de Dios, el triunfo de la máquina y del mercantilismo, así como la cosificación del hombre expresada en unos términos que recuerdan claramente al Heidegger de La cuestión de la técnica, la voz poemática convoca a una comunidad de iniciados, de « extraños » (4), de « Fundadores » con mayúscula (4), un « nosotros » que incluye a la propia voz autoral, invitados a rebelarse, a librarse de las trabas impuestas por la moral judeocristiana, por la razón, por las ideologías políticas, a librarse de su condición de « hombres del hacer », de hombres prometeicos. El artista aparece como uno de estos emboscados, como un ser aparte que debe quedarse al margen del poder y de las ideologías para asumir una función fundadora, de guía espiritual, de portador de luz para sus coetáneos, que parece inspirada en la concepción carlyliana del poeta-héroe.
Romain Magras, "Abel Posse, poeta y editor de poesía"