Sinopsis:
Posse empezó su carrera literaria a los 24 años con la publicación en 1959 de este poema « Invocación al fantasma de mi infancia muerta », solo algunos meses antes de su viaje a Europa.
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Críticas:
El principal interés de este texto estriba en que el diálogo que la voz poemática mantiene con su infancia, su deseo de no separarse de ella y de volver a la edad dorada de los orígenes, de que « corran juntos a la Madre », como dice el último verso, manifiesta claras resonancias de la octava Elegía del castillo de Duino de Rilke, cuya esencial es que el ser humano, de niño, ve « lo Abierto » con la misma libertad que el animal, está en el cosmos, se compenetra con él, a diferencia del adulto que, consciente de su mortalidad, está ante el cosmos y se siente excluido de él. Este concepto rilkiano de « lo Abierto » lo prolonga Heidegger en su ensayo Der feldweg que Posse, tras visitar al filósofo en 1973, traducirá al español con su esposa en 1979. Solo estamos en 1959, solo algunos meses antes del viaje del joven Abel Parentini a Europa. Estos dos versos finales, que anuncian este futuro viaje como una búsqueda de los buscadores de « Lo Abierto » -Hölderlin, Rilke, Trakl, Heidegger-, también anticipan la búsqueda desesperada de « lo abierto » que llevarán más tarde, a su vez, los héroes de papel de sus novelas Daimón (1978), Los perros del paraíso (1983), Los demonios ocultos/El viajero de Agartha (1986 y 1989), El largo atardecer del caminante (1992), El inquietante día de la vida (1999), e incluso la imagen autoficcional del propio Posse en Mileto, cuna del presocrático Anaximandro, en Cuando muere el hijo (2009).
Romain Magras, "Abel Posse, poeta y editor de poesía"