Sinopsis:
"Es tiempo de violencia, patanería, incultura, mediocridad. Nos desconfiamos, nos odiamos (no podemos compartir ni una cancha de fútbol los domingos). Los argentinos tenemos un territorio privilegiado. Por idiotez, más que vivirlo, lo sobrevivimos."
Este libro reúne reflexiones, protestas y esperanzas que Abel Posse matiza con sus experiencias personales como escritor y diplomático de carrera. Entre irónico y nostálgico, el autor reflexiona sobre la Argentina de hoy y de ayer, sus avatares políticos e históricos, sus personajes emblemáticos, sus costumbres y su idiosincrasia.
De sus cruces con Néstor y Cristina Kirchner mientras era embajador en España a su nombramiento como ministro de Educación de Macri, pasando por Duhalde, Menem, los militares, la literatura, la educación, San Martín, Sarmiento, Rosas, Cromañón, Evita, Discepolín y el Papa, el autor expone y se expone sin medias tintas. "Los países se viven, se sobreviven o nos matan. Es increíble que un 'país fácil' como Argentina nos obligue a tener que aprender a sobrevivir como un ineludible y repetitivo imperativo existencial", afirma.
Con una prosa apasionada y directa, Sobrevivir Argentina analiza la hora actual, en que parece haberse perdido la "ingenua insolencia fundadora" que nos llevó a la posición excepcional en Latinoamérica y el mundo. Un libro valiente y polémico, que no dejará a nadie indiferente.
Críticas:
En el actual universo literario de habla castellana, Abel Posse es uno de los grandes. Pero, además de escritor de soberbias novelas, es un argentino que siente su país hasta la médula. En el conjunto de breves ensayos que componen Sobrevivir Argentina, opina sobre nuestro pasado y sobre nuestro presente, sin importarle los costos que la franqueza pueda depararle.
Carlos Páez de la Torre, La Gaceta, Tucumán, 26/10/2014
Yahveh enviaba a sus profetas para decirle al pueblo cosas que no le gustaba escuchar, en primer lugar su infidelidad a sí mismo. Posse nos coloca contra las cuerdas de nuestra propia infidelidad, nos dice en la cara lo que somos, por eso algunos se enojarán con estas letras. Peor para ellos, peor para todos. Ya lo sentencian los teólogos: lo que no se asume no se redime.
R. B., Boletín informativo de la CUDES, 2014