Raquel Rojas, Hoy (Paraguay), 8/06/1989
Invitado especial de la Sexta Feria Internacional del Libro de «El Lector», Abel Posse, escritor argentino y diplomático de carrera, se refiere a los caminos que la labor cultural de escritores y poetas han realizado para abrir las fronteras de nuestro continente. «El único lugar donde se cumplió el sueño bolivariano de la unidad continental ha sido en el campo literario, pese a la falta de conducción política; dijo Posse en esta entrevista, al despedirse de nuestro país.
Sr. Posse, ¿es posible reconstruir América en un gran fresco literario con la complejidad y diversidad de los lenguajes y de los pueblos que conviven en ella? Su obra es un intento que ha emergido con bastante éxito. ¿Cuáles son las dificultades aún no resueltas?
Yo estoy haciendo un sincretismo de manera que en «Daimón», se produce una revolución que son todas las revoluciones de América, un golpe militar que son todos los golpes del continente. Mi personaje entra, por una calle de Buenos Aires y termina saliendo por el Palacio del Quemado en la Paz y se encuentra en la avenida e Laranjeiras en Río de Janeio. Yo creo que debe haber un sincretismo porque al personaje Aguirre al transformarse en el alma de América, todo lo que pasa en una ciudad le pasa en todas… y en cuanto al lenguaje también, uso peruanismos, palabras del Caribe, porteñas, guaraníticas, no en un pastiche, sino en un idioma propio.
¿Se podría hablar de una constante en sus novelas?
En mis tres novelas están el humor y el erotismo. El impulso por la vida está dado a través del erotismo. Todo el renacimiento en carácter individual se produce a través del amor y el erotismo. También el humor es una clave por la cual puedo encontrar una expresión singular y objetiva. Se pueden decir las cosas más serias con el humor que además tiene un arraigo importante en el propio carácter latinoamericano.
¿Cuáles serían sus fuentes dentro de la literatura mundial o latinoamericana: una suerte de antecedentes literarios?
Luego de muchos años de trabajo un escritor empieza a navegar solo. Toda esta imaginaria no tiene antecedentes, es mía. Mi novelística es mía, personal. La deuda que tiene todo escritor es con el lenguaje y ahí sí reconozco algo de los poetas alemanes. Una proyección hacia la metafísica, hacia lo religioso. También del barroco, tengo una fascinación por el barroco… el hecho de haber vivido en Perú; de vivir en Venecia fue determinante. Me di cuenta que mi verdadera voz estaba en esa voz barroca, exuberante, americana más que en la formación conceptual rioplatense en la cual yo me había formado. La que un escritor debe aprender en su vida es el conocimiento de su verdadera voz. Dar con su propia voz es el trabajo más difícil y arduo de un escritor. Es la única estética que lo identifica. Es el lugar donde está todo su carácter.
Cuando recibió el premio Rómulo Gallegos Ud. había dado un mensaje donde reflexionaba sobre las rutas de América Latina Cultural. ¿Podría rememorar algunos de aquellos conceptos, para nuestros lectores?
En la recepción del premio destaqué que en América, la verdadera y más profunda conciencia. de continentalidad, el único lugar donde se cumple el objetivo bolivariano hoy día, es en el plano cultural. Decía, que los hombres de la cultura en América Latina habían estado por delante de los políticos y de los filósofos. La literatura y la poesía daban un sentido a este continente. El caso más notable, considero es el de Pablo Neruda que nos dio la idea de que todo el continente nos pertenece y que formamos parte, no de provincias, sino de una unidad continental, con valores propios, con una idiosincrasia; con una forma de aproximación erótica y religiosa que es América, profundamente americana.
¿Sería esto una especie de redescubrimiento americano por la literatura?
En la literatura había sido el único mecanismo donde habíamos legitimado los valores que como pueblo reconocíamos pero de los cuales hasta no verlo escrito no lo sabíamos como nuestro. Aunque la intuíamos. Valores que no se encuentran en sociedades más avanzadas tecnológicamente. No creo que un holandés tenga más cualidades que un brasilero… creo el único lugar donde se hizo justicia al gran pueblo americano es en campo de la cultura.
¿Dónde han estado los políticos todo este tiempo?
Los políticos han estado como distraídos en una pelea menor, en una lucha nacional y provinciana creyendo que la nación era la nación de los límites. Encontremos que somos sin embargo, pese a estos políticos, una unidad llena de fuerzas que demostró su capacidad creadora desde la cultura hasta la alta tecnología.
¿Nosotros mismos nos fuimos creyendo «subdesarrollados»?
Los que nos dicen «subdesarrollados» se quedan viendo solamente las dificultades financieras que nos imponen desde fuera y la falta de libertad de mercado. Este continente no es el cuerpo de un esclavo, es el cuerpo de un ser viviente de grandes posibilidades y de creatividad.
En las cercanías del V Centenario del Descubrimiento de América ¿su obra es una reflexión sobre el suelo latinoamericano de los conquistadores y los conquistados?, ¿En qué momento de madurez encontramos como continentes más allá de todos nuestros buenos deseos?.
Creo que todavía perviven rasgos traumáticos. El choque que no logró una maduración. Es una cultura que sigue manteniendo una cierta adolescencia. América es un continente adolescente que da la impresión que va a nacer hacia una estabilidad. Somos como una potencia que no tiene conducción y que lastimosamente no encontró todavía la fórmula para expresarse.