Viviana PATIÑO CORREA y Ana María VEGA, Buenos Aires ‑ Agosto 1988
1.‑ ¿CUAL ES SU POSTURA FRENTE A LA NARRACION HISTORICA: REINVENCION, RECONSTRUCCION O RECRECION DE LA HISTORIA?
Las tres cosas. En primer lugar, la narración histórica en América ha sido hecha por el vencedor, en particular el soldado cronista, después el eclesiástico cronista, y por último el académico cronista: Estas tres situaciones hicieren que la historia de América, de algún modo fuera la historia oficial de América, y los novelistas de Latinoamérica, entre los cuales me cuento, no digo los novelistas argentinos, sino de Latinoamérica, hemos tenido la misión de rescatar la versión verdadera de la historia, la que ya no se puede hacer a través de la historiografía re ferida, sino a través de eso que los franceses se llaman «l’imaginaire», como un mecanismo de aproximación: Entonces, no se trata de escribir novelas históricas en el sentido europeo de la palabra, sino que nosotros al escribir la novela histórica americana, estamos redescubriendo la realidad de los hechos en un aspecto, y en otro, los verdaderos mitos sumergidos. O sea, que hacer novela histórica es fundar mitos, como en el epos. Es una tarea muy particular, muy específica, muy curiosa. Hacer novela histórica en América Latina es una necesidad casi existencial, y no una posición estética.
2.‑ ¿SUS REFERENCIAS A OTROS AUTORES, VELADAS O NO (Rulfo en Daimón, Carpentier en «Los Perros…) RESPONDEN A UN RECONOCIMIENTO O ADMIRACION HACIA ESOS AUTORES, O REFLEJAN SU AUTOINTEGRACION EN UN CORPUS MUY PRECISO?
Las dos cesas. Los admiro, pero al mismo tiempo creo que ya tenemos un corpus literarium latinoamericano que es muy rico. La señal de la madurez de un movimiento literario, como la literatura de fin de siglo, o la novela francesa del siglo XIX, es precisamente que se autoalimenta. Es un círculo donde se obtienen ya les datos para la creación de un universo propio. Es el fin del imperialismo y de la colonización cultural. Para América, que es un continente que todavía no se ha logrado en el plano de la filosofía, de la política, ni de la economía, creo que es una suerte que un movimiento estético, el de la literatura, y en particular el de los grandes poetas, como Vallejos, Neruda y Huidobro, y el de esta corriente caudalosa de grandes novelistas, haya sido precisamente el fin de un colonialismo cultural Un novelista joven americano, actualmente obtiene sus influencias de escritores americanos.
3.‑ EN «Problemática de la actual novela latinoamericana», CARPENTIER AFIRMA: «Los libros que conmueven al mundo, por emplear un slogan de buena ley, no son novelas: se titulan «El contrato social» o «El Capital»». ¿CREE UD. EN LA POSIBILIDAD TRANSFORIMACIONAL DE LA NARRATIVA? ¿SUS NOVELAS SON «ARMAS CARGADAS DE FUTURO»?
Para nosotros «El Capital», «El contrato social» es ese corpus literarium, ese conjunto de novelas en donde reside la única conciencia reflexiva de nuestra América, y la legitimación de la sensibilidad latinoamericana, y de nuestra verdad. Creo que nuestros libros fundadores son las novelas. Yo espero que la filosofía siga esta misma corriente independentista. El lenguaje filosófico latinoamericano, salvo excepciones que no confirman la regla nada mas, es un lenguaje no independiente.
4.‑ ¿SE CONSIDERA UNA SINTESIS DE LAS POSTURAS DE CARPENTIER Y BORGES (VITALIDAD/BIBLIOGRAFIA)?
Me lo preguntaren muchas veces en España, elles, claro, nos ven desde afuera, nos ven más. Siempre me izan situado entre una voluntad conceptual que controla el barroco, sería la ladera Borges, y un sentido sensual del lenguaje, el lenguaje como un manto, como una esplendidez, y esa sería la ladera Carpentier:
5.‑ ¿CARPENTIER Y BORGES SIMBOLIZAN PARA UD. DOS ACTITUDES DEL NA RRADOR HISPAIJOAMERICANO CON RESPECTO A EUROPA «exiliada de su siglo de apogeo, habitada por nuestros melancólicos contemporáneos»?
Creo que son dos americanos que van a Europa y retornan a América: Eso es lo importante de los dos:
Borges, con una posición política muy discutible, ‑era un hombre que no tenía sensibilidad política, para decirlo, no era su fuerte‑, sin embargo en su obra vemos ir y volver de lo europeo a lo americano, con verdadera pasión.
Carpentier es un hombre de formación más madura que Borges, estoy hablando no de la calidad estética de su lenguaje ‑por que creo que Borges es uno de los mayores escritores españoles desde el siglo XVI‑, sino que me refiero a una visión del mundo, a una «weltanschauen» más armada, más sólida que la que tuvo Borges: Carpentier es un hombre que retorna a América con un bagaje de conocimientos que adapta a la necesidad americana, somete a Europa, es la devolución de la colonización; él coloniza el conocimiento europeo para servilizarlo en favor de una nueva interpretación de América y creo que aquí está la grandeza de Carpentier:
6.‑ ¿SU ACTITUD PARODICA Y ESCEPTICA, TIENE RAICES BORGIANAS, O SERIA LICITO ASOCIARLA CON LA DESREALIZACION ESPERPENTICA DE VALLE INCLAN («el esperpento es la realidad vista a través del espejo cóncavo de una lágrima»)?
Pienso más en Valle Inclán: Si hay algún reflejo borgia no, es por el tipo de humorismo de la ciudad donde me formé como escritor, que es Buenos Aires, pero esto es una mera coincidencia exterior. En lo profundo me identifico más con escritores como VaIle Inclán, escritores más «pánicos», donde el lenguaje adquiere casi una dimensión rabelesiana, y el tono de le farsesco es un mecanismo escéptica, pero de conocimiento profundo. Hay una gravedad detrás de la farsa:
7.‑ ¿PODRIAMOS DECIR QUE UD. ESTA REALMENTE INDIGNADO FRENTE A LA «HISTORIA OFICIAL», ESTO POR LA FEROZ Y PATENTE ICONOCLASIA DE «Los Perros..:» Y «Daimón»?
El conocimiento de América yo lo tuve en Perú: Yo me volví americano en Perú, y de alguna manera me hice europeo en Buenos Aires. Cuando me tocó vivir en Perú, encontré el verdadero lenguaje de América, y de mi país profundo, de nuestra Argentina profunda. En ese sentido para mí esto ha sido revelador de las situaciones sociales, de los problemas, y eso se refleja en mi obra:
El conocimiento de Perú, y luego el conocimiento de los cronistas que tuve que realizar muy minuciosamente, porque para cambiar la visión de la historia hay que estudiar la historiografía. Las dos novelas me llevaron entre tres y cinco años de trabajo cada una en documentación, documentación que yo hago en forma privada, a veces viajando y buscando archivos, libres y textos. En ambos casos he llegado a la indignación, porque creo que la in dignación no sólo se basa en el problema royssienane, ni en la idea humanista de vengarse del pasado ‑que seria inútil‑ sino en la cosa concreta, en lo que no ha sido rescatado, en lo que ha si do destruido. Los noventa mil códices mayas destruidos me parecen un horror: Me parece un horror que la guerra de dioses que implantó no el cristianismo, sino el catolicismo imperial haya sepultado una visión del mundo, una cosmovisión americana enriquecedora, y hayan destruido textos, documentos y hasta los dioses. Para mí un ejemplo de esto es cuando me enteré de que cuando los dieses no se podían destruir a martillo, los sacerdotes ordenaban enterrarlos, para que se perdiesen enterrados en la selva. Hay muchísimos dioses enterrados en la selva, y hasta templos: Así se encontraron las cabezas olmecas. Me parece que habitamos un continente de dioses sepultados, y el artista es el buscador de los dioses, ya sea de los dioses futuros, como de les dioses del ayer sepultado.
8.‑ ¿SU ESCEPTICISMO PARTE DE LA CONCIENCIA DE LA CIRCULARIDAD DE LA HISTORIA «le que parece ser una de las condenas de nuestro continente»?
La idea de circularidad implica la idea de repetición fatal: Yo en cambio tengo una visión de la circularidad de la historia que tal vez sea de la mitología americana, de la visión del mundo del hombre americano o de ciertos griegos, en el sentido de que esa repetición es siempre ascendente, e sea que se va produciendo en forma espiralada: El espiral no se cierra, sino que se va abriendo hacia nuevas posibilidades, aunque se repitan ciertos ritmos, que son los de la eterna condición humana, y la determinante fundamental del planeta donde habitamos.
9.‑ ¿PRETENDE CON SU OBRA QUE EL HOMBRE LATINOAMERICANO ADQUIERA «CONCIENCIA DE ENFERMEDAD» PARA RECIEN ENTONCES MEJORARSE DE ESA CIRCULARIDAD HISTORICA QUE NOS CONDENA?
Tomar conciencia es un episodio fundamental. Nosotros no sabemos bien en qué situación histórica estamos. No sabemos bien porqué adolecemos tanto. Nos quejamos dolorosamente y urbi et orbe, de que nos va mal, lo cual es evidente. Es un continente inmaduro, parecería condenado a la eterna adolescencia, que no alcanza su plena madurez: Esto, con la contradicción de que sentimos su inteligencia, su poderío material latente o potencial y la capacidad de su gente, con todo eso, sólo logramos vivir de derrota en derrota, de conflicto en conflicto: Es un continente que de be nacer: Siento entonces que la función que está cumpliendo la novela latinoamericana es la más importante en el mundo en este momento, así como la norteamericana de preguerra fue la más importante, la alemana en su momento, la rusa de fin de siglos En este momento, la literatura latinoamericana tiene como uno de sus cometidos, esa toma de conciencia; lo cual no quiere decir que sea el único, ni que todos los escritores se vean obligadamente convocados a esa vertiente, una de las más ricas.
10.‑ ¿QUE OTRA LLAVE, APARTE DEL HUMOR QUE UD. YA HA RECONOCIDO COMO UN ARMA DE LIBERACION, ABRIRIA LA PUERTA DE OTRO FUTURO PARA AMERICA?
El humor es una forma de ver con amor la realidad. Siempre se dice que hasta lo peor o lo más grave, si se expresa con amor, se salva, se rescata. El humor es una forma de ver con amor, incluso el desastre, y de hacer cómplice al lector, al otro creador que es el lector. Yo creo que el humor es un episodio central, y se encuentra en casi todos los escritores de América Latina: Curiosamente, viviendo en un continente de drama, encontramos una gran posibilidad de humor. Hay muchos humoristas, me refiero a Jorge Amado, Borges, Lezama Lima, en fin, la mayoría tiene una vertiente de humor muy sana, muy fuerte. Otros casos, como Rulfo, Arguedas en cuyas obras, aún interviniendo elementos distintos, la vertiente del humor es una clave maestra. Aparte del humor, creo que lo único que se puede hacer es precisar la potencia del lenguaje frente a la realidad. Cuando el lenguaje quiere definir la realidad es cuando la pierde: En cambio, cuando nombra la realidad desde todo su centro, desde el centro del lenguaje, es cuan do la conquista. Las novelas menos realistas son las más fuertes a veces:
11.‑ ¿SU MARCADO Y PERSONALÍSIMO EROTISMO, ES OTRA DE LAS LLAVES CON QUE APUESTA AL FUTURO Y A LA VIDA?
Creo que el erotismo es la llave central, cósmica de la vida: Que América padeció la visión dominada, absolutamente colonial en torno al erotismo, y que eso se reflejé en nuestra literatura durante mucho tiempo, y que ésta es la primera generación de escritores desmitificadores. Es la primera vez que dentro de todas las zonas de madurez que alcanzó la literatura americana, una que se debe destacar y que está poco destacada por la crítica, es la del erotismo: Ese erotismo propio, nuestro, nuestra sensualidad, nuestra aproximación a les seres, nuestra teoría del amor y del sexo.
12.‑ ¿POR QUE ELIGIO A LOPE DE AGUIRRE COMO SÍMBOLO DE LA CONQUISTA ESPAÑOLA EN AMERICA?
Porque es el peor conquistador. Es el conquistador que, por un lado desde el punto de vista moral, altera todo el orden ético, que se proponía, por lo menos formalmente, la corona con su noción del bien imperial. Le contradice, y le contradice demoníacamente, con una perversidad muy simpática: El se declara en algún momento en contra de Dios, y a favor del demonio, y en algún momento, manda una carta al rey desconociéndole, y nombrándose rey más o menos: Me pareció que en Aguirre se daban, por un la do el conquistador, con la brutalidad del episodio imperial de la corona española en América, y por otro, el personaje anárquico, el eterno rebelde que hay en España, en la España verdadera, en la España profunda: Creo que esa especie de rebeldía quedó en nosotros, para bien y para mal. Es nuestra, está introyectada en nosotros, y es el cúmulo de todas nuestras desgracias en relación con el poder.
El poder en América, todavía pasa por los autócratas y los caudillos: Hay que comprender eso como una realidad, no hay que enojarse: Todavía no hemos cambiado las claves, y los que se enojan, deben comprender cuáles son las determinantes de nuestra condición.
Lope, entre otras cosas, me servía come el personaje que podría ser como un hilo secrete del autocratismo en América, y que conlleva una teoría del poder analéptico de América.
13.‑ EL PARAISO, QUE EN «Su agónico fin de fiesta» EUROPA NOS ROB0, ¿ES RECUPERABLE POR ESTA AMERICA CONDENADA?
Claro. Todos estamos esperando el Paraíso en América. Ninguno da la causa por pérdida. Tenemos los peores datos: estarnos viviendo después de las tiranías; por otro lado, les desastres económicos de la general deuda externa de América Latina, y es evidente que vivimos continuamente amenazados por una realidad de adolescencia, de falta de realización, y por lo tanto la noción de Paraíso, se mezcla con la noción de futuro en nosotros. Todos sospechamos que nos corresponde un Paraíso perdido, eso es lo más interesante: No damos por perdida la causa de América, por que la calidad de les hombres de América, de nuestras tierras, idiosincrasia, cierta espiritualidad, ha hecho que sintamos en comparación con hombres de otras latitudes, incluso de modeles de sociedades triunfadoras, con potencia, capacitados para recrear un mundo donde la vida merezca ser vivida. Todos, secretamente, estamos luchando, a veces en condiciones tremendas y con muchas dificultades, porque pensamos que podemos fundar un Paraíso. Un Paraíso es un símbolo de una sociedad posible que ya sería mucho para nosotros.
14.‑¿EN LAS CITAS HISTORICAS DE SUS LIBROS SE TRADUCE TAMBIEN LA TENSION REALIDAD/IRREALIDAD? (Pág. 65 «Los perros»…)
A veces, yo deslizó citas falsas para oponerlas a las verdaderas, y para desacralizar la exactitud inflexible de la cita, como apoyatura superior, como superego del texto literario: En ese caso que Ud. menciona, a través de lo inexacto se encuentra lo verdadero. No siempre lo exacto coincide con lo verdadero: Por ejemplo, Colón era un genovés, que escribió en portugués y español. Pero el idioma determinante de su infancia fue el genovés. Las palabras que yo cito ahí, por ejemplo, pibe, proviene de “pebe» que es el chico de los mandados en idioma xeneice; mishiadura, bacán es el patrón de lancha: Yo no sé si las usaba, pero esas palabras existían. El «che» existía en Valencia, y Beatriz Arana era de Valencia. Detrás de cada juego, incluso de una cita falsa, se puede legar a lo verdadero o a lo verosímil, y éste es interesante en la literatura, porque es un juego a doble equívoco: o ingresa por las puertas del dato verdadero, o sale por la suya por el lado del dato falso: Esto es lo que les críticos franceses han dado en llamar la «perversidad» del texto. En este sentido el texto, en lo que hace a las citas históricas, mis textos son bastante «perversos»: Es verdad que en el habla de Colón podía haber mucho de lo que es el habla del argentino, es el cecoli che del porteño, más bien del xeneize concretamente, mezclado con el español.
15.‑ ¿EN QUIEN CREE? ¿EN DIOS, EL HOMBRE, LA MUJER, LATINOAMERICA, EN UD:, EN LA LITERATURA?
En todo eso. En cuanto a Dios, como no lo conozco bien, lo pongo entre paréntesis.
16.‑ ¿EXISTE LATINOAMERICA, O ES UNA EXPRESION DE DESEO, UNA NECESIDAD VITAL?
No basta un mero continente para un ser, para que sea una nación. Puede haber un mero continente deshabitado como un desierto de arena. Yo cree que existe, yo creo que lo tenemos que hacer nacer, que somos la generación primera que toma conciencia fuerte de América Latina, en particular en la Argentina: Somos la primera generación que se desprendió del orgullo porteño en terno a América Latina y todos juntos estamos trabajando. Primero en el aspecto más fuerte, lo literario, esta especie de reflexión informal extraordinariamente creativa que responde exactamente a nuestra sensibilidad y nuestra imaginación, y que en el futuro vamos a pasar a otras formas para hacer nacer a Latinoamérica. Esas formas van a ser filosóficas y políticas, cuando sepamos realmente el modo de vida que queremos, vamos a poder imitarle: Basta ahora, hemos pretendido imitar modelos que siempre nos fallan porque nosotros no los sentimos, no podemos vivir como viven en Canadá, o en las ciudades de Australia: Nuestro modelo tiene que estar a la medida de nuestro ser, y eso no ocurre todavía. Entonces hay un desajuste entre los modelos de vida que nos proponemos, en particular en el orden económico, y la realidad de cómo somos Eso no está pensado. Pero América va a nacer, de nosotros, de esta primera generación que tiene conciencia qué es y qué debe ser.
17.‑ ¿CUAL ES PARA UD. EL GRADO DE LATINOAMERICANEIDAD DE LA ARGENTINA? ¿EN QUE MEDIDA NUESTRO PAIS PODRIA INCORPORARSE A UN PROYECTO FUTURO LATINOAMERICANO?
Yo creo que ya está incorporado: Creo que ya está incorporándose Argentina de los desastres nuestros de los últimos años: Nuestra caída desde un momento de auge en relación con las potencias centrales, Europa, Estados Unidos, pasé a una situación de marginalidad. En esta marginalidad empezamos a encontrarnos con América Latina de verdad, y Argentina es América Latina, pero era como una oveja que se hubiera alejado hacia otros horizontes, ahora vuelve por necesidad: Y no sólo entra hacia América Latina, sino que primero tiene que pasar por el portón de la Gral. Paz que rodea Buenos Aires y alcanzar su propio territorio, su interior, y desde ahí, pasar al reste de América Latina. Esto es un hecho, Argentina se había olvidado de América Latina, sobre la base de datos falsos. Cuando esos datos falsos de orden económico y portuario, dominados por el esquema de Buenos Aires, fallaron históricamente, empezó a precipitarse en su propia realidad. Todo lo que nos pasa me parece catastrófico en lo mediato, pero responde a una secreta madurez, a una cosa mucho más profunda, ya vamos a ser más graves, y a través del sufrimiento, desgraciadamente. Pero ese sufrimiento se ve compensado porque vamos a encontrar una gran hermandad: Argentina va a ser fuerte con toda América Latinas El nuevo ritmo futuro no es una Argentina nuevamente aislada de América Latina, en relación buena con las potencias económicas, sino Argentina en buena relación con América Latina. América Latina fuerte, denunciándose frente al mundo come uno de los continentes primordiales.