Gema Martínez, Diario 16, 12/02/1993
El escritor argentino Abel Posse fue quizás el más teórico de los escritores que han pasado a lo largo de esta semana por el I Foro Joven sobre Literatura y compromiso que se celebra en el Centro Eurolatinoamericano de Mollina.
Dedicado, tras la reciente publicación de su último libro, premiado con el galardón V Centenario, a la colaboración en prensa y revistas, y centrado en los problemas actuales de la sociedad en la que, según afirma «se está produciendo una absoluta pérdida de valores», Abel Posse hizo una llamada a la responsabilidad del escritor, del poeta de Iberoamérica, ante lo que el considera la caída del político a nivel mundial, «en España se habla de renovación para solucionar los problemas que padece el país, pero creo que la solución a estos problemas están por encima de los políticos, y hay que tender a aportaciones de cambio más globales y dramáticas».
Toma de valores
Abel Posse apuesta por la responsabilidad del escritor en el sentido de orientar a la política hacia una toma de valores y, como el tema que se intenta debatir es el compromiso del escritor con la ecología, aunque la tendencia de los jóvenes pasa por llevar la discusión hacia el terreno propio de los problemas del creador, el escritor argentino hizo referencia a la importancia de cumbres como la celebrada recientemente en Río de Janeiro, «allí se vio a los políticos balbucear porque están acosados por poderes económicos, productivos, que les impiden cambiar de rumbo».
El escritor es para este hombre una reserva de valores y considera que llegó el momento de que el creador salga a escena «porque el mundo actual es una bomba». Los jóvenes escritores volvieron una vez más a mostrarse sorprendidos, cuando no reticentes, ante la necesidad del compromiso como problema fundamental de la literatura, una reticencia que han manifestado a lo largo de estas cuatro jornadas y que parecen no entender del todo. Posse azuzó aún más la polémica cuando criticó lo que considera la «subculturización» refiriéndose a la nueva cultura audiovisual, «con estas artes se perdió la pureza original del creador, ya que impiden la imaginación libre y están determinadas por la empresa y el provecho, mientras que la literatura te da una autonomía mayor impidiendo la corrupción rápida de los valores».
A pesar de las posiciones encontradas en éste y otros temas, Posse considera que los intereses y planteamientos de los escritores consagrados y de los que comienzan ahora tienten mucho en común. Coincide con Jorge Amado y Ana María Matute en el convencimiento de que el desafío creativo ante la página en blanco es el mismo para unos y otros, «lo que pasa es que cuando tienes un pasado de obras y experiencia te sientes más irresponsable, menos temeroso ante la página. La tranquilidad la da el haber experimentado horrores como la soledad o el esfuerzo de escribir»
Peligro de extinción
La doble contaminación, la moral y la ecológica, volvió a coincidir en la ponencia de Posse como ya lo hizo en la exposición de Roa Bastos, «somos la primera generación con peligro real de desaparecer; creo que esta nueva generación es la primera a la que le han robado el mundo», pero también apunto la corrupción sociocultural que domina el mundo en lo que definió como «una nueva forma de genocidio».
Ante un futuro que, para Posse, se presenta movido, en el que cree fundamental e imparable un cambio en el aparato productivo, este autor apuesta por la generación de una situación basada en la consecución del «bienestar no nocivo, ya que no se puede seguir agrediendo a la naturaleza». El gran tema de nuestro tiempo es, según palabras de Abel Posse, «el cambio extraordinario que tiene que experimentar el aparato productivo, para el que el político actual está impedido»