Silvia Isabel Gámez, Reforma, 05/12/1997
GUADALAJARA.‑Abel Posse no aguantó la «vergüenza» que le provocaron las declaraciones de su paisano Tomás Eloy Martínez, relativas a las «razones ideológicas» que impidieron su presencia en la Feria Internacional del Libro, y decidió convertirse en portavoz de la delegación argentina de escritores.
«Eloy Martínez no fue seleccionado (por la Cancillería) quiere presentarse ante la prensa como si hubiera sido víctima de una maniobra política».
De ser esto verdad, los escritores que forman parte de la delegación no hubieran sido cómplices de una injusticia o una censura.
Señaló que la prueba de que no intervinieron razones ideológicas a la hora de la selección es que, el 80 por ciento de los escritores argentinos que acuden a la FIL, son opositores al Gobierno del Presidente Carlos Menem.
Tal es el caso dijo, de María Sáenz Quesada, Carlos Ulanovsky y María Esther de Miguel.
«Yo defiendo los valores nacionales del peronismo, que no se relacionan con su ejecución económica; es como pertenecer al PBI de antes de la globalización, de la época de Lázaro Cárdenas», aclaró el autor de Los perros del paraíso (Premio Rómulo Gallegos 1987) y El largo atardecer del caminante(Premio Extremadura‑América 92).
Funcionario de carrera desde hace 32 años y Embajador en Perú a partir del próximo enero. Posse dijo que el suscitado es un problema de «conventillo mediático», originado por un escritor, cuya capacidad de promoción supera a la de creación.
Agregó que, si se determinó a hablar ‑con el apoyo de los directivos de la Feria‑ fue por haber sido calificado por Eloy Martínez en sus declaraciones como un «escritor atroz».
«Tiene un problema personal conmigo desde hace años. Negó mi libro, La pasión según Eva, por que tuvo recepción crítica y no sólo económica, al ser considerado como un esfuerzo, dentro de lo imposible, por acercarse al ‘yo profundo’ de este personaje. Por eso se enoja, se cree dueño del tema, pero Santa Evita venció sin convencer; como diría Unamuno: literariamente no se engaña nadie».
Dijo también que Eloy Martínez ‑quien hace tiempo definió un canon de escritores argentinos donde excluyó, por considerarlos autores menores, a Ernesto Sábato y al propio Posse fue invitado por el comité organizador de la Feria a participar, pero dio como razón para no hacerlo una conferencia académica en Brasil.
Tras reflexionar sobre sus «desastres», entre los que figuran ser un «anarquista independiente y un loco total al que no manda nadie», Posse lamentó que, a causa de la polémica suscitada, Carlos Fuentes declinara participar en el diálogo anunciado con Luisa Valenzuela. «Personalmente pienso que (Fuentes) no tenía ganas de venir. Salvó un día más de escritura, lo comprendo porque yo haría lo mismo».