Ana Trasobares, Diario 16, 22/11/1995
“España debería aprovechar su presidencia española en la Unión Europea para demostrar lo concreto en vez de lo retórico. Es muy importante que comenten el problema de Cuba para evitar el asedio que sufren, además de poner a prueba algo muy importante. Se decide una vieja situación cultural: que la hispanidad corresponde de lleno a la cultura europea y por lo tanto Cuba no es un problema caribeño y menos aún norteamericano, ni siquiera anglosajón», afirma rotundamente Abel Posse, que ha estado recientemente en Feria del Libro de Miami como invitado de honor y en Los Ángeles donde ha comprobado con entusiasmo la increíble presencia de nuestro idioma.
Durante estos días el escritor argentino y actual embajador en Praga permanecerá en Madrid para asistir a la Semana de autor que le dedica el Instituto de Cooperación Iberoamericana y, como buen diplomático de carrera y atento observador de la realidad política y social, no desaprovecha para lanzar su reflexiva advertencia: «No puede ser que todos los logros sociales de Cuba queden hipotecados con una ‘solución’ falsamente democrática, deben crear una transición que sea manejada por ellos mismos, como ocurrió en España, donde no hay que olvidar que la institución de la Córona fue el elemento que pudo definir el proceso a pesar del 23-F”.
Abel Posse, autor de Los Bogavantes, La boca del tigre o los demonios ocultos, está ultimando su nuevo libro que, bajo el título Los heraldos negros, completará la trilogía sobre el Descubrimiento de América iniciado con Daimón y Los perros del paraíso. En esta ocasión aborda el tema partiendo de la «locura de los jesuitas cuando decidieron crear un reino de Dios en pleno siglo XVII en la Selva Amazónica», dice el autor, que, de paso, rinde homenaje con ello a César Vallejo.
Su obra rezuma historia a través de los poros de la fantasía pues, según dice, este tipo de novelas que estudian los problemas culturales y psicológicos utilizan el elemento estrictamente documental como base de la imaginación, fórmula que utilizó magistralmente en su libro La pasión según Eva.
Ahora, este hombre de mirada aguda, palabra amable y risa contenida, espera que España «consagran triunfo en la UE y su modernidad” no de la espalda a Iberoamérica ya que «este país es una superpotencia cultural que está viviendo un siglo de oro de la literatura gracias en parte a los escritores latinoamericanos».
Sin embargo, Posse no las tiene todas consigo pues siente que la industria editorial española les está cerrando puertas: «No debemos olvidar que somos un único contexto verbal con una literatura que va de Valle Inclán a Borges» y asegura que, ante las leyes sancionadoras, y de exclusión de una sociedad desintegrada y en crisis como es la norteamericana, «la fuerza cultural hispánica, que aporta un nuevo ritmo vital y creador, no se suprimirá por decreto».
El reconocimiento a una obra bien hecha
La obra literaria de Abel Posse ha recibido el reconocimiento público con premios tan destacados como el Rómulo Gallegos, el Diana‑Novedades, el del V Centenario o la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores. El ICI le dedica esta Semana de autor, que se celebra en la Casa de América, para profundizar en El escritor y su contexto, Historia y ficción, América: viajes, mitos y búsquedas y Una revisión crítica de la cultura europea. Participan, entre otros, Caballero Bonald, Claude Couffon, Teresa Rosenvinge, Seymour Menton o Fernando Ainsa con la presencia del propio escritor.