A. Parra, La Opinión, 21/02/1990
«La posición de la literatura hispanoamericana y la del escritor dice Posse‑ es especialmente grave. La crisis se agudizó debido a la deuda externa. Ha habido un profundo fracaso económico. Un escritor, claro, debe hablar de literatura, pero a mí me interesa también todo esto, pues influye en la obra de un escritor, en su propia vida. Existe hasta la imposibilidad de comprar libros. En Hispanoamérica desde luego existe una rica literatura, pero esa labor fructífera no se traduce en el campo de la política. La crisis hace que el escritor no sólo se sienta desdichado sino incluso impotente».
Para Posse, cuando hablamos de Latinoamérica lo hacemos también de grandes potenciasmundiales, como Argentina, Brasil o México, que pese a todo se ven abocados a esta situación porque falta clase dirigente, hay inoperancia administrativa, pero también está la enorme crisis económica. El escritor es la conciencia profunda de una sociedad, por eso se encuentra en nuestros países sumido en un gran desánimo».
Respecto al llamado «boom» de los años sesenta y setenta, con nombres como García Márquez o Vargas Llosa, Posse piensa que fue una forma de salir del aislamiento, «nuestra postergación fue disipada por ese fenómeno un tanto superficial. Después se pasó a una etapa más normal, menos efectista pero más continuada. Pese a la crisis económica hay en estos momentos una literatura viva».
Sin embargo, pese a la coincidencia de ambos factores, el escritor argentino no cree que se vaya a producir ahora un exilio por causas económicas. «Autores como Cortázar y los demás del ‘boom’ viajaron por razones de difusión, pero ahora no lo veo en el horizonte, aunque sí veo un gran desasosiego. Hay que tener en cuenta que un libro español puede costar allí la mitad del sueldo de un maestro».
Sobre la conmemoración del V Centenario piensa que «al principio nos pareció una fiesta a la que íbamos a venir con harapos. Pero ahora se está atinando más. Creo que interesa una conmemoración madura, pues tenemos que evitar lo que Heidegger llamaba la venganza del pasado. Somos una auténtica comunidad, urca nación, a través del idioma, aunque hay que rescatar a las etnias olvidadas y España puede ayudar mucho en ello, pues España siempre fue Europa e incluso la liberó de su egocentrismo a través del Descubrimiento».
Posse cree que el 92 será un momento de renacimiento, pero se muestra más pesimista con el presente de Sudamérica, para el que no ve elementos de respuesta. Posse, que en su literatura ha abordado los problemas del Descubrimiento, cree que ha quedado algo del panteísmo prehispánico, de las religiones anteriores y ve como un fracaso aquel intento de los jesuitas del XVII de hacer una especie de Civitas Dei a través de los indios. Su novela «Los heraldos negros», en homenaje a Vallejo, cerrará su ciclo sobre Latinoamérica.