Exitosa fue la apertura de la Sexta Feria Internacional del Libro, en el local de «El Lector II». Con tal motivo ULTIMA HORA conversó con Abel Posse, uno de los invitados especiales a este magno evento, quien se refirió a distintos aspectos de relevante interés cultural.
«Yo me formé como un escritor típico del Río de la Plata, porteño, en esa universidad tan activa que es la ciudad de Buenos Aires, donde llegan todas las culturas y donde era obligatorio, cuando yo era joven, conocer todas las literaturas del mundo», nos dijo Abel Posse, entre otras cosas, haciendo alusión a una parte de su trayectoria como literato.
«Yo me formé así –prosiguió-, pero es como si hubiera tenido una vieja deuda con mi nacimiento en el interior de la Argentina, y viviendo en el Perú, conociendo y viajando mucho por Brasil, pero sobre todo, en Perú, cambié completamente mi estilo literario, entre mis primeras novelas y las posteriores.
«Así pasé de ser un escritor conceptual, a ser un escritor americano, en el sentido de que la fascinación principal era el lenguaje y la realidad de América y de su historia, considerada como un enigma a descifrar», agregó.
Consultado acerca de cómo considera a Latinoamérica, desde el punto de vista político, Posse expresó que «América Latina es un continente que todavía no tiene políticamente lo que merece, es decir, no tiene un modelo propio; es un continente adolescente. Padecemos todavía las divisiones nacionalistas, o sea, padecemos todo lo que Bolívar no quería que seamos».
Más adelante, señaló que «América Latina forma un continente espiritual, una idiosincrasia común, por lo que yo abogaría por la supresión de los nacionalismos estatuales, por una suerte de nacionalismo más bien latinoamericano, que englobe a paraguayos, argentinos, uruguayos, ecuatorianos, en fin, a todos los latinoamericanos bajo una misma bandera».
En tal sentido, añadió que «hoy día estamos separados, no tenemos un frente de negociación unificado, para superar las distintas crisis que nos agobian a todos los latinoamericanos, y por eso, tenemos que pasar a una especie de nacional-continentalismo, porque sólo así saldremos adelante».
En otro orden de cosas, reflexionando acerca de los escritores paraguayos y el consabido hecho de que, entre los mismos, muy pocos logran trascender allende nuestras fronteras, nuestro entrevistado manifestó: «Yo creo que primero hubo una especie de timidez del escritor paraguayo, pues no se ha expresado con la energía que corresponde a su naturaleza, cual es la habitual del paraguayo, como hombre de carácter que es y ha sido siempre».
«El problema del paraguayo es un problema de ayuda, de comunicación, en el sentido de salirse de ese aislamiento por medio del intercambio y, sobre todo, con la ayuda del Estado, que debe promover a los escritores y apoyarlos mejor», puntualizó.
EN «EL LECTOR»
«El libro es, tal vez, el centro de reunión más importante que nos queda a los hombres. Evidentemente, hay otros medios de comunicación social, pero son muy nuevos y no han alcanzado la madurez y la gravedad que tiene el libro, de ahí su importancia, su permanencia y su destino insustituible», destacó el escritor argentino Abel Posse, en una parte de su discurso inaugural de la feria de «El Lector», para resaltar la trascendencia de este emprendimiento cultural de gran magnitud nacional.